Los cactus y su resistencia.

Es algo que te hemos contado en todos nuestros artículos, los cactus son muy resistentes, pero algo a lo que no se pueden resistir es a nuestro amor por ellos. Cada vez se ven en mas domicilios y negocios, decorando nuestro día a día, dando color a nuestra estancia. Además de la variedad tan amplia que ofrecen, el color de sus flores, sus distintas dimensiones…; algo que la populariza como la planta perfecta para tener en el hogar es su fácil mantenimiento.

La resistencia de los cactus.

Algo que las hace únicas como plantas es su alta capacidad de adaptación al medio. Eso explica que encontremos suculentas por todo el mundo (recuerda que los cactus y las crasas pertenecen a la familia de las suculentas). Esa adaptabilidad es permitida gracias a su composición, poder acumular gran cantidad de agua y nutrientes en sus tejidos, te contamos cómo.

Qué buena espina.

Es comúnmente conocido que las espinas de los cactus son un arma defensiva de animales y depredadores, pero en realidad su cometido principal es ayudar a que las plantas soporten temperaturas tan altas como los 60º centígrados.

Según Mariano Sánchez, jefe de la Unidad de Horticultura del Real Jardín Botánico del CSIC, “las espinas son hojas que se han modificado para perder la mínima cantidad de agua. Es un mecanismo evolutivo de adaptación al medio”. Las hojas típicas que visualizamos si pensamos en una planta, con haz y envés de plantas de climas no áridos, hacen perder a una planta en un ambiente seco, una cantidad mayor de agua de la que se puede permitir para poder vivir.

Además les da humedad contra las altas temperaturas, sobre ellas el rocío se condensa. Esa agua y la que sucede por las precipitaciones, se desliza por la gruesa capa de cera, conocida como cutícula, que le permite aislarse del calor exterior hasta alcanzar la raíz.

A pesar de lo que piensas, no todos los cactus se caracterizan por tener espinas. Algunos tipos tienen el tronco desnudo y otros sí que conservan sus hojas al vivir en lugares no tan áridos. Otros tienen algo similar al pelo o lana, cefalios, que al absorber la humedad ambiental se hinchan. Están orientados hacia donde llega el viento húmedo.

Agua para todos…los años.

Otra de las características que tenemos en mente cuando pensamos en un cactus, sobre todo gracias a las películas del salvaje oeste, es su forma redondeada. Dicha característica es la que le permite almacenar agua al exponer menos superficie y con aristas pronunciadas que hacen que su sombra se proyecte sobre el resto de la superficie y así bajar la temperatura. Al almacenar agua en sus células, pueden usarla durante años después de recogerla.

A transpirar, por la noche.

Los cactus, como toda planta, deben hacer el proceso de la fotosíntesis, para evitar la alta evaporación de agua, ese proceso lo han transferido a los tallos. Para evitar la evaporación, los cactus cierran los estomas (poros característicos de las hojas) a lo largo del día y lo abren únicamente durante la noche cuando la temperatura es más baja.

Te preguntarás que cómo va a hacer la fotosíntesis sin luz solar. Con el objetivo de conservar el dióxido de carbono hasta que llegue la luz solar, han desarrollado un metabolismo que hace que almacenen el agua en vacuolas (órgano celular que permite el almacenamiento) por la noche y trasladarlo a los cloroplastos (órgano celular que permite la fotosíntesis) al amanecer, lo que les permite un uso del agua más eficiente.

En Cómprate un Cactus entendemos que el cactus es algo más admirable si conoces bien cómo funciona y sus propiedades. Cualquier duda, contacta con nosotras y te ayudaremos a elegir el cactus idóneo para tu rincón especial.